viernes, abril 19, 2013

Escribo para no enloquecer


Escribo para no enloquecer.
Mis ojos observan el escenario en busca de un acierto.
Tenso la cuerda con la que amarro mi grito
para que éste sepa que debe ahogarse,
para que entienda que así se siente hoy
                                                 el pacifismo.

Escribo para no enloquecer,
para darle a mi arrechera otros adjetivos
a ver si así disminuye;
la llamo impotencia, frustración, molestia,
no quiero denominarla “odio”
porque eso nos separa a uno de los otros.

Quiero que mi arrechera haga algo,
Quiero que  suene, que retumbe,
quiero que sea el rugido ensordecedor
                         de los desatendidos.
Que haga caer un gobierno.

Mi arrechera quiere dejar de ser un número,
una estadística virtual,
un tweet o un estado en Facebook.
Quiere ser el impulso visceral que abre los ojos,
que abre la puerta a la alegría y el dolor,
que todo entre y todo salga
porque aquí hay igualdad y pluralidad.

Escribo para no enloquecer
pero
¿cómo hace uno para organizar
esto que bulle desde dentro?

1 comentario:

  1. ¿Por qué será que siento lo mismo? Este pacifismo lo es solo de nombre. Lo triste es que no tenemos ni la más puta idea de qué carajos hacer que sea productivo, efectivo y necesario :( te quiero.

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