martes, diciembre 22, 2009

365 días (síndrome de abstinencia)

El aire pesa cuando no estás, me parece un tanto asfixiante vivir así.


No paro de imaginar el olor de tu piel, el color de tus ojos, la forma en la que tus brazos calan en mi cuerpo cuando me abrazas. No dejo de repetir tu voz, los gestos del día a día, esos que contemplo con placer. Cierro los ojos y aparece tú sonrisa, que me mata, me desnuda por completo. Son las frases, las acciones, los ademanes demasiado tuyos, que me hacen sonreír, sentir que vuelo.


No hay metáfora adecuada o verso improvisado o escrito sin sentido que pueda describir lo me haces sentir. No hay palabras.


Sueño con recorrer tu espalda y tu abdomen con mis dedos, y mientras lo hago siento como bullen dentro de mí las ganas de ti. Cuando tu cabello se escapa de mis dedos y el aire contenido por un beso se transforma en gemido… despierto. Enloquecida por tu ausencia.


No me sació de ti. Eres una droga que corre por mis venas, los pensamientos presentes que se hilan en mi mente. Eres cada latido de mi corazón.


Nunca antes dije TE AMO con tanta seguridad, nunca antes dije TE AMO sabiendo lo que es el amor, esta clase de amor (pasional, incontrolable, auténtico). Nunca volveré a decir TE AMO sin pensar –aunque sea sólo por un segundo- en ti.

1 comentario:

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