jueves, febrero 10, 2011

Yo confieso... otra vez


Me gusta estar descalza porque me hace sentir aferrada a algo, el piso frío debajo de mis pies me recuerda que poseo calor corporal y que estoy viva, desde la punta del dedo hasta el último cabello.

Hay un final que me da miedo escribir, he imaginado la muerte de este anagrama y no me atrevo a ponerla en palabras. Matar, esta vez, significa renunciar.

Sufro de una cobardía enfermiza, de paranoia, de ansiedad. Trastornos, retorno a lo mismo.

Sensación indecible de fracaso: lo que escribo no importa, no importará, no resquebrajará almas ni perforará corazones. Al final sólo quiero encontrar pastillas para no soñar.

Mis imágenes –en su mayoría prestadas- se quedan como la Laura de Petrarca cuando quisieran ser la Beatriz de Dante. Universal.

No soy buen escritor, tampoco buen mentiroso. Mis gestos me delatan.

Soy sentimentalista hasta el cansancio. El “romanticismo” de Corín Tellado, jamás el de Novalis.

Duermo para ocultarme, leo para intentar ocultarme, intento hablar sin mostrarme –Fail- y escribo para revelarme. Principio circular que me parte la cabeza.


Pathos, te odio.

domingo, febrero 06, 2011

Recuento de otra pesadilla


Entre tinieblas tu silueta se pierde, migajas de mis sueños dibujan un camino, camino del extravío. Siento al monstruo de las pesadillas respirándome sobre los hombros… al acecho.


Quiero gritar pero el miedo devora el grito.


Una serie de imágenes surrealistas borran la neblina, neblina que funciona como telón de esta grotesca obra. Entre tantos símbolos no te encuentro, alguien me grita que eres abstracto, como un sustantivo, una idea construida de sueños.


Un hombre con los ojos rasgados por la oscuridad muestra una senda llena de espinas, repite que la dicha se consigue con sacrificio. En cualquier momento las máscaras se caerán y empezaré a sangrar del miedo. Where I am?


Un ilusionista sale de la tienda de regalos con mis sueños en una caja, susurra envasados al vacío y no lo entiendo, realmente no lo entiendo. Cuando el llanto surge, el pánico lo amordaza.


Siento una mano tomar mi brazo, intentando darme la vuelta, hacerme reaccionar. Cierro los ojos y necesito que seas tú, por favor se tú.


La luz se enciende, golpeo la pared con mi cabeza. Son las 6am. Desperté.
"Es abstracto, como un sustantivo...."
Imagen que pertenece a: http://theleo.deviantart.com/



martes, enero 11, 2011

CT 2011















No tengo palabras y mi garganta se estrecha,
desnuda, despojada de armas, camino a oscuras;
sin palabras mis sentidos se empobrecen
El cielo azul se queda sin adjetivos,
mis ojos son cegados por su belleza
y mi boca pasmada por no saber describir


Tus manos se sienten como…
¿seda? ¿terciopelo? ¿el roce de una nube? 
¿toque de un ángel?
Por mi piel corren impulsos eléctricos que van
 desde tus dedos hasta mis adentros
y un sutil temblor me invade
Quiero hacerte ver y saber cómo me haces sentir
pero tus caricias no aceptan metáforas


Las flores explotan en colores
y por las montañas se escuchan sus gritos de nacimiento
Un árbol sonríe directamente al sol
y un lagarto se baña con sus divinos rayos
¿Divinos? Calificativo que usa mi mortal lengua
¿Tengo derecho a hacerlo?


Si los dioses sintieran tu cuerpo, dormido a mi lado,
como yo lo siento,
sabrían que el peor castigo para mí
sería que me quitarán este momento:
Nuestra huida del mundo bajo un techo de madera

Tus besos, mi sentimentalidad y el abrazo conmovedor,
Infinito, como para habitar en tu alma
El reloj que no se detiene y yo quiero 
patearle el culo al tiempo


Las luces de la iglesia y los bailes tradicionales
Hay magia desapercibida posada en una esquina
Y mis palabras –esto- se sienten como una serpiente
                        Mordiéndose la cola-lacola

Cada viaje es una experiencia honda de conocimiento
O reafirmación
Yo hablo de montañas, magia y quizás de nuestra poesía,
Quizás tú disfrutas más el silencio

Me escondo lentamente,
con la retina plasmada de imágenes,
cierro los ojos con la cara sobre tus rodillas
Los edificios se acercan.

La poesía y la historia

A ustedes, con descaro y sin conocerlos

Palabras duras, llenas de amor,
pero dichas con rudeza
Palabras dulces, para ti hay palabras
Palabras que no saben decir nada,
o simplemente,
no dicen lo suficiente-

Él es el árbol que crece,
Pino con barba larga que roza con viento favorable
Ella, un árbol de cerezo, con sus flores color rosa
Flores que caen a los pies del pino,
Dándole una belleza particular.

Las raíces se tocan debajo de la tierra,
Entrelazadas para la eternidad.

Él podría llamarse Manuel y ella Hanni
Ambos en una playa o en un restaurant,
Él con su vaso de whiskey y ella con su dosis de sol,
Momento atemporal, suspendido por la muerte.
Hablando sobre libros y del mar.

Manuel Caballero y Hanni Ossott. Noviembre 2002, Banco del Libro, Caracas.
Foto de Patricia Van Dalen, ubicada en el grupo  "Hanni Ossott, poeta" en Facebook

domingo, noviembre 14, 2010

15 DE NOVIEMBRE DEL 2008


15.11.2010
Día lunes, día de quincena, día que aún no ocurre. Día para ejercitar la memoria, para recordar.




15.11.2008
Día sábado, día de convención de anime, día para salir con él. Día en que ocurre algo impresionante: hablamos mucho, disfrutamos la música, cenamos y yo con ganas de quedarme a su lado, de no irme nunca. La primera vez que imaginé que decía “Te amo” y me espanté a mi misma con ese pensamiento. Ese día fui a la cama con esa tonta sonrisa que sólo Jota sabe dibujar.

Ps: esa tonta sonrisa que aún sigue dibujando, fuera de la ficción, en lo real.

Te soñe




“Se les informa a
todos los amigos virtuales y no virtuales de la dueña de este my space,
conocida como “Alegremente triste”, que dicha señorita ha terminado de perder
el juicio el día 13 de noviembre del año que va, a las 6pm”

“¿Qué número sigue?...23”

“Desesperado estuve a punto de caer
Y apareciste un día
Llegando hasta mi vida
Y te soñé...”
 Te soñé, Alek Syntek

Me gusta hacer ejercicios de imaginación - ejercicios que en su mayoría resultan dolorosos- evocando el pasado, cambiándolo, modificándolo. Soy el tipo de persona que vive de remembranzas y, como Odiseo, odiaría comerme una flor de loto, aunque sé que muchas veces he deseado hacerlo. La memoria duele pero es lo que te ata a ti, a esa esencia tuya, íntimamente tuya, que forman los recuerdos. La memoria es poesía.


Hoy escuché una canción que me quiebra, como muchas de esas que odio admitir que me encantan. Fue el perfecto soundtrack para un día lluvioso. Recordé mi (pre)adolescencia y las ganas de querer juntar las palabras de esa canción con una mirada, recordé la sensación forzada de querer que esa analogía funcionara. Hoy reconocí los ojos que pertenecen a esa canción.


“Te soñé… estaba despierto y te soñé”


Nada mejor que esa frase describe muchos de mis amaneceres en los últimos dos años. Nadie más que esa persona me ha hecho sentir infinitamente viva, increíblemente amada (sin ningún tipo de obligaciones consanguíneas, sólo porque soy yo, just me).
Algo profundamente emocional, latente, torrencial, me cubre desde la piel hasta las paredes del corazón. El toque de un ángel caído, la caricia ardiente de quien lleva astros en los ojos, los (a)brazos marmóleos pero infinitamente cálidos.
Alguien… Alguien con nombre, apellido, características, manías, con un corazón maravilloso.
Alguien… que me roba el aliento.


Esto, lo indefinido, lo que mis palabras no saben decir.

miércoles, octubre 20, 2010

In a corner of my mind //




1ero el saco negro con corte italiano abandonado sobre el respaldo del sofá.
Más allá los zapatos, siempre cubiertos fielmente por el pantalón bota ancha, ese que se divisa al comenzar el pasillo.
                                 
A 3 pasos del cuarto, las medias simulan las huellas de quien quiere ser (per)seguido...
En la cama, con la corbata puesta sobre la camisa blanca, él aguarda por mis manos. 
Ellas jugaran primero con la corbata - ir y venir, atraer hacia mi - para luego desprenderlo (en un arrebato de pasión o dulcemente -como su desnudez) de lo poco que le queda...

¿Quién dijo que un hombre no sabe desvestirse?